Antes de definir los conceptos de activos corrientes y activos no corrientes, es indispensable comprender qué es un activo, lo cual se puede resumir en que todos los recursos que controla una empresa y que se espera que produzcan beneficios económicos en el futuro pueden considerarse un activo.
Dado que la finalidad de una empresa es generar utilidades, el patrimonio puede entenderse como aplicaciones de bienes y derechos que tienen como objetivo crear ganancias a corto, medio o largo plazo, por último, para que algo se considere un activo, deben cumplirse cuatro requisitos:
- Aportar beneficios o expectativas de beneficios a la empresa.
- Ser un bien o derecho de la empresa.
- Ser propiedad de la empresa.
- Tener valor monetario.
Es importante destacar que un activo puede ser tangible, es decir, todo lo que existe físicamente y se puede tocar o intangible siendo todo lo que no existe físicamente, pero que tiene valor monetario, por ejemplo, la marca de la empresa.
Activos corrientes
Los activos corrientes se componen de varias categorías de activos que tienen una gran liquidez, es decir, que pueden transformarse en efectivo a corto plazo, entre las categorías de activos corrientes se pueden mencionar algunas:
- Efectivo y equivalentes: Efectivo en la caja o cuentas bancarias de la empresa
- Cuentas por cobrar: Dinero por recibir de las ventas ya realizadas a crédito.
- Acciones: Valores monetarios de la empresa invertidos en acciones, que pueden venderse a corto plazo.
- Inversiones financieras: Acciones o participaciones en otras empresas que pueden negociarse fácilmente.
- Anticipo a proveedores: Cantidades ya pagadas a los proveedores de facturas aún no vencidas.
- Inventarios: Las existencias que tenga la empresa para la venta.
Un activo corriente tiene una alta liquidez y aparecerá en las cuentas de una empresa que siempre estará en constante movimiento, sufriendo varios cambios mientras esta empresa realiza su principal actividad comercial.
¿Qué es un activo no corriente?
Se pueden entender como activos no corrientes todos aquellos activos tangibles o intangibles que, por mucho que tengan algún valor de mercado y puedan ser transformados en dinero, tardan algún tiempo en poder llevarse a cabo esta acción, por lo tanto, se caracterizan como activos de baja liquidez.
Algunos ejemplos de activos no corrientes de una empresa son los vehículos, los inmuebles y los utensilios, las máquinas y los equipos, las patentes, la propiedad intelectual, etc.
Es necesario recordar que el ciclo contable se entiende generalmente como un periodo de 12 meses de transacciones contables de una empresa, considerando todo lo que ocurre durante este periodo como de corta duración.
¿Cuál es la diferencia entre activos corrientes y no corrientes?
La diferencia entre los activos corrientes y los no corrientes es únicamente que los activos corrientes pueden comercializarse a corto plazo, mientras que los no corrientes suelen tardar más en venderse.
Sin embargo, ambos representan valores que la empresa tiene como propios, por ejemplo, se tiene el inventario de la empresa, compuesto por productos que se venden diariamente, estas son muy fáciles de transformar en efectivo, mientras que, si la empresa tiene un activo, como un edificio, por ejemplo, este suele tardar mucho más en venderse al precio que se valora.
Otro buen ejemplo es el dinero que la empresa ya tiene en efectivo, se trata de un activo corriente, mientras que una máquina de fabricación textil valorada en $500.000.000 puede tardar en venderse, si la empresa necesita liquidar este activo.