La administración estratégica es la gestión de todos los recursos de una organización para lograr objetivos y metas, con el mercado competitivo actual, trabajar con estrategias es esencial para la supervivencia de las empresas.
Para que una empresa alcance el éxito, es muy necesario mejorar constantemente, es decir, es a través de la administración estratégica que se plantea la información sobre la competitividad de la empresa, los recursos disponibles, las amenazas, las oportunidades, entre muchos otros, con el objetivo de planificar las acciones futuras.
La importancia de la administración estratégica para la empresa
La importancia de la administración estratégica para una organización radica en la visión sistémica, en otras palabras, el valor consiste en percibir la empresa como un organismo que se ve afectado por cada una de las áreas que la componen.
Es el liderazgo el que necesita tener este control para entender y observar la realidad para poner todos los esfuerzos en la misma dirección, la individualidad de cada área es un problema que dificulta el éxito de la empresa, las áreas deben ser tratadas como complementarias.
En general, la administración estratégica contribuye a una relación de colaboración y compromiso entre los distintos sectores de la organización, aumentando la eficacia de las actividades internas y esto se refleja en resultados de crecimiento continuo, ganancias y mayor satisfacción de los clientes.
Administración estratégica frente a planificación estratégica
Es esencial comprender que la planificación es diferente de la administración estratégica, sin embargo, ambos deben estar % alineados, en resumen, la administración estratégica tiene como objetivo crear y fomentar acciones que conduzcan al éxito empresarial, en otras palabras:
- Establecer objetivos.
- Aumentar las utilidades.
- Mejorar el servicio
- Analizar la organización en su conjunto, para implementar acciones que permitan alcanzar los objetivos.
Por otro lado, la planificación estratégica es la formalización de la gestión, la llevan a cabo los jefes de cada área, en resumen, la diferencia entre la administración estratégica y la planificación estratégica es que la administración la realizan los jefes y la planificación es la consolidación de las ideas.
Sin embargo, esta última no tendrá buenos resultados sin la primera, en otras palabras, es muy común que las organizaciones preparen la planificación estratégica y no la ejecuten por problemas de gestión.
Flujo de administración estratégica
Una administración estratégica eficaz tiene un marco compuesto por varias fases:
- Diagnóstico.
- Formulación.
- Aplicación.
- Seguimiento.
Estas fases siguen el concepto del ciclo Planificar, Hacer, Verificar y Actuar (PHVA), el objetivo es que los procesos sean más ágiles y claros, es una forma de lograr un mejor nivel de gestión cada día, alcanzando el éxito dentro del sistema.
Diagnóstico
El primer paso para implantar la administración estratégica en una empresa es recopilar datos que muestren la situación real del negocio, sin embargo, es necesario evaluar las acciones actuales, así como los objetivos y los indicadores de seguimiento.
Para simplificar esta fase, pueden utilizar algunas herramientas como la matriz DAFO, que evalúa los puntos fuertes y débiles de la empresa teniendo en cuenta los factores internos y externos de la organización.
A la hora de realizar el diagnóstico para la administración estratégica, es fundamental responder a algunas preguntas:
- ¿Tiene la empresa unas directrices estratégicas claras?
- ¿Está el personal debidamente formado?
- ¿Cómo se realiza la planificación financiera de la empresa?
- ¿Puede decir cuáles son los puntos fuertes y débiles de la organización?
- ¿Se ha trazado un mapa de los competidores y se ha analizado constantemente?
- ¿Algún competidor importante que entre en el mercado?
- ¿Conoce la empresa los puntos débiles de sus competidores?
Formulación
La formulación de la administración estratégica se centra en el entorno competitivo, en esta fase es el momento de preparar el plan de acciones estratégicas que la empresa ejecutará para alcanzar los objetivos definidos, sin embargo, no existe una forma única de formular la estrategia para todas las organizaciones.
La mejor manera es relativa a las características de cada empresa y sus necesidades, un plan de acción es una herramienta muy útil en esta fase del proceso, tiene que servir de base para la gestión del tiempo.
A la hora de elaborar el plan de acción deben abordarse algunos puntos, por ejemplo:
- Objetivos generales de la empresa.
- Objetivos de cada acción o actividad.
- Acciones y actividades a realizar.
- Presupuesto disponible para cada acción.
- Plazos para el inicio y el final de cada acción.
- Responsable de la ejecución de cada acción.
- Riesgos previstos en la ejecución y planes de contingencia.
Aplicación
En este punto es el momento de poner en práctica todo lo que se ha definido previamente, sin embargo, este puede ser el mayor reto para los directivos, durante esta fase, se ponen en práctica numerosas acciones y algunas herramientas pueden ser muy útiles para que los líderes controlen estos procesos.
El Balanced Scorecard es una metodología que permite visualizar y analizar todas las métricas definidas en la planificación estratégica, además, puede combinarse con otros métodos como el análisis DAFO, las preguntas que enmarcan esta fase del plan son:
- ¿Cómo se ejecutarán los objetivos planeados?
- ¿Se puede cumplir el presupuesto?
- ¿Cómo se gestionan los problemas?
- ¿Funciona la comunicación con las partes interesadas?
- ¿Es necesario revisar las estrategias expuestas?
Seguimiento
Tan importante como todo el proceso de planificación estratégica es el seguimiento de todo lo que se está ejecutando, el seguimiento forma parte del sistema del plan, sobre todo para controlar lo que ocurre.
El objetivo de la supervisión es identificar los problemas, sus causas y definir una solución adecuada para resolverlos, una estrategia para ayudar al seguimiento es definir indicadores clave de rendimiento.
Es el momento de alinear lo que se está haciendo para poder corregir los errores y poner en práctica nuevas acciones, si es necesario, a partir de lo evaluado, es posible corregir la ruta, hacer inversiones, contratar personal, buscar herramientas tecnológicas, establecer asociaciones, entre muchas otras soluciones.