Todas las auditorías deben incluir una evaluación de la veracidad de la hipótesis de empresa en funcionamiento llevada a cabo por parte de la dirección, y es necesario resaltar que el auditor puede tener que realizar procedimientos adicionales cuando existan mayores riesgos relacionados con la empresa en funcionamiento, causados por condiciones económicas y de mercado difíciles o por consideraciones específicas del sector que afecten a la empresa.
La NIA 570 empresa en funcionamiento o negocio en marcha, contiene orientaciones sobre el tema, lo cual debe ser considerado por todos los auditories al momento de prestar sus servicios, a nivel general, esta norma incluye los siguientes objetivos para el profesional:
- Obtener evidencia de auditoría suficiente y adecuada sobre la idoneidad de la utilización por parte de la dirección de la base contable de la hipótesis de negocio en marcha en la elaboración de los estados financieros, y llegar a una conclusión al respecto.
- Concluir sobre la base de la evidencia de auditoría obtenida, si existe una incertidumbre material relacionada con hechos o condiciones que puedan arrojar dudas significativas sobre la capacidad de la entidad para continuar como empresa en funcionamiento.
- Determinar las implicaciones para el informe del auditor de acuerdo con la NIA 570.
¿En qué momento el auditor evaluar la hipótesis de empresa en funcionamiento?
La empresa en funcionamiento debe considerarse en todas las fases de la auditoría, no solo en términos de procedimientos específicos, y el auditor debe permanecer atento a los acontecimientos o condiciones que puedan arrojar dudas significativas sobre la capacidad de la empresa para continuar como empresa en funcionamiento.
En el examen es importante recordar que la empresa en funcionamiento no es algo que se considere únicamente en una fase concreta del ciclo de auditoría, sino que debe ser un aspecto que se considere en toda la realización y revisión de una auditoría.
Los auditores deben considerar los indicadores de la hipótesis de empresa en funcionamiento y su impacto en una auditoría concreta al momento de:
- Evaluar el riesgo en la fase de planificación de la auditoría, y al reevaluar el riesgo a medida que avanza la auditoría.
- Diseñar y aplicar procedimientos de auditoría para responder a los riesgos evaluados.
- Evaluar y concluir los resultados del procedimiento de auditoría.
- La formación de una opinión de auditoría.
Evaluación del riesgo en la fase de planificación de la auditoría
La NIA 315, Identificación y evaluación de los riesgos de error material mediante la comprensión de la entidad y su entorno, exige a los auditores que comprendan la actividad del cliente de la auditoría y el entorno económico en el que opera, esta comprensión debe conducir a la identificación de los riesgos empresariales, que luego se evalúan en términos de cualquier riesgo de error material en los estados financieros.
Los riesgos empresariales incluyen riesgos que podrían reducir los beneficios y/o las entradas de efectivo de la empresa y que, en última instancia, podrían significar que el negocia no sea una empresa en funcionamiento o que existen dudas significativas sobre su capacidad para continuar como tal, la identificación de este riesgo elevado en esta fase inicial del ciclo de auditoría significa que se pueden planificar procedimientos de auditoría adicionales como respuesta a los riesgos específicos identificados.
La evaluación de los riesgos empresariales debe conducir a la evaluación de los riesgos específicos de los estados financieros, para una empresa que se enfrenta a dificultades, el riesgo fundamental de los estados financieros es si los mismos se han preparado sobre la base contable correcta, o si se han revelado errores significativos, sin embargo, existen otros riesgos más específicos de los estados financieros, entre ellos:
- La posible sobrevaloración de los activos no corrientes si no se han reconocido los deterioros causados por la reducción del valor de mercado o del valor de uso.
- La posible sobrevaloración de las existencias si el valor neto realizable ha disminuido debido a la reducción de la demanda.
- Sobrevaloración potencial de las cuentas por cobrar si no se han previsto las deudas irrecuperables.
Elaboración de estados financieros sin cumplir la hipótesis de negocio en marcha
Diseño, ejecución y evaluación de los procedimientos de auditoría
Cuando se han identificado riesgos, como los mencionados anteriormente, el auditor debe responder a los mismos diseñando y aplicando procedimientos de auditoría adecuados.
En términos generales, los procedimientos de auditoría son necesarios para evaluar la forma en que el personal de la dirección se ha asegurado de que es adecuado adoptar el principio de empresa en funcionamiento al preparar los estados financieros, estos procedimientos deben incluir:
- Analizar y discutir con la dirección el flujo de caja, los beneficios y otras previsiones relevantes.
- Revisar las condiciones de los acuerdos de préstamo y determinar si se han incumplido.
- Leer las actas de las reuniones del consejo de administración y de los comités pertinentes para ver si se han discutido las dificultades de financiación.
- Revisar los acontecimientos posteriores al cierre del ejercicio para identificar los factores relevantes para la hipótesis de empresa en funcionamiento como base para la elaboración de los estados financieros.
El análisis de los flujos de caja suele ser un elemento clave de cualquier evaluación de la hipótesis de empresa en funcionamiento, en esta evaluación, el auditor debe prestar especial atención a la fiabilidad de los sistemas de la empresa para generar la información sobre el flujo de caja, y de este modo las hipótesis en las que se basa el flujo de caja parecen razonables, aplicando el escepticismo profesional y cuestionando dichas hipótesis cuando sea necesario.
Al evaluar la hipótesis de empresa en funcionamiento, el auditor considerará si se dispone de las facilidades de préstamo necesarias y, al hacerlo, intentará obtener confirmaciones de los bancos de la empresa.
Formación de una opinión de auditoría
Al formarse la opinión de auditoría, el auditor debe considerar dos aspectos:
- Si los estados financieros se han preparado utilizando la base contable adecuada
- Si se ha revelado adecuadamente cualquier incertidumbre importante con relación a la empresa en funcionamiento.
En primer lugar, el auditor puede llegar a la conclusión de que la utilización por parte de la dirección del principio de empresa en funcionamiento es inadecuada, esto significa que los estados financieros carecen efectivamente de sentido, y la NIA 570 requiere que el auditor exprese una opinión adversa sobre los estados financieros.
Es más probable que el auditor concluya que el nivel de información en relación con los errores materiales es inadecuado que concluir que la base contable de empresa en funcionamiento es totalmente inapropiada.
Cuestiones éticas
En situaciones en las que las entidades se enfrentan a una presión económica u operativa, los clientes pueden pedir a los auditores que realicen servicios distintos de la auditoría que puedan crear amenazas a la objetividad, en el caso de un cliente que esté sufriendo presiones financieras y esté tratando de obtener financiación adicional o alternativa o de reestructurarse, se puede pedir a la empresa de auditoría que realice:
- Una revisión del negocio que incluya el asesoramiento sobre las opciones de reestructuración.
- Una revisión de la información financiera prospectiva, posiblemente para presentarla a posibles proveedores de financiación.
- Asesorar sobre las opciones de financiación de la empresa o negociar dichas opciones.
El problema que se crea es que la firma de auditoría puede no ser capaz de evaluar objetivamente los factores de empresa en funcionamiento cuando, además, se involucra en servicios ajenos a la auditoría relacionados con la situación de empresa en funcionamiento de la compañía
El auditor debe considerar cuidadosamente la conveniencia de prestar dichos servicios ajenos a la auditoría en estas circunstancias.
Las salvaguardias pueden reducir las amenazas a la objetividad e independencia a un nivel aceptable, con lo cual se podría incluir:
- Una revisión de la evaluación de la empresa en funcionamiento y la conclusión alcanzada por un socio que no sea miembro del equipo de auditoría.
- Procedimientos adicionales como parte de una revisión de control de calidad del encargo.
- Confirmación por parte del cliente de que sigue siendo responsable de cualquier decisión o acción tomada como resultado del servicio de auditoría prestado.