Clasificación de los activos y pasivos como corrientes y no corrientes

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Una parte importante dentro de la elaboración de estados financieros y registros contables es aprender a distinguir entre los activos y pasivos corrientes y no corrientes, aunque en términos generales puede ser fácil diferenciarlos, bajo los estándares internacionales se establecen distintos criterios que deben ser evaluados para una correcta clasificación.

Criterios generales para los pasivos

Según la NIC 1, una entidad clasifica un pasivo como corriente cuando:

  • Espera liquidar el pasivo en su ciclo normal de operación.
  • Conserva el pasivo especialmente con el objetivo de negociación.
  • El pasivo debe ser liquidado dentro de los doce meses siguientes al ejercicio sobre el que se informa.
  • No tiene un derecho incondicional a aplazar la liquidación del pasivo durante al menos doce meses después del ejercicio sobre el que se informa.

Si no se cumple ninguno de los criterios anteriores, el pasivo se clasifica como no corriente.

Modificación de la NIC 1

En 2020, el IASB emitió una  modificación de la NIC 1  que aclara los requisitos para clasificar los pasivos como corrientes o no corrientes. La fecha de entrada en vigor original de esta modificación se fijó en el 1 de enero de 2022, pero luego se aplazó hasta el 1 de enero de 2023, estas modificaciones aclaran, pero no cambian, los requisitos de la NIC 1.

Significado de la liquidación

La modificación de la NIC 1 aclara el significado de liquidación a efectos de clasificar un pasivo como corriente o no corriente, teniendo en cuenta que la liquidación es la transferencia de recursos económicos o de instrumentos de patrimonio propio a la contraparte que da lugar a la extinción del pasivo.

Un derecho incondicional a aplazar la liquidación del pasivo

La NIC 1 establece que un pasivo se clasifica como corriente si la entidad no tiene un derecho incondicional a aplazar la liquidación del pasivo por lo menos 12 meses luego del ejercicio sobre el que se informa.

Por lo tanto, cuando se trata de pasivos, la clasificación como corriente o no corriente no es una cuestión de expectativas de la entidad “como es el caso de los activos”, la falta de un derecho incondicional para aplazar la liquidación durante al menos un año hace que un pasivo sea corriente, las provisiones para reclamaciones y litigios son un ejemplo típico de pasivo cuando las entidades no suelen tener ese derecho y, por tanto, estas provisiones deben clasificarse como corrientes, aunque se espere que el proceso judicial dure muchos años.

Por otra parte, cuando una entidad tiene la intención de liquidar una obligación en el plazo de un año a partir de la fecha de presentación de la información, pero:

  • Es antes de la fecha de vencimiento contractual
  • La entidad tiene un derecho incondicional a aplazar la liquidación.

Dicho pasivo se clasifica como no corriente.

La última modificación de la NIC 1 aclara aún más este enfoque, además, la modificación cambió el derecho incondicional por el derecho “sustantivo” para reflejar el hecho de que los préstamos a menudo no son 100% incondicionales, por ejemplo, hay cláusulas que deben cumplirse.

Ejemplo – Línea de crédito rotativo

El 1 de junio de 2022, la entidad A contrata una línea de crédito rotativo con un banco, el servicio permite a la entidad A disponer de hasta 2 millones de pesos en cualquier momento, teniendo también la posibilidad realizar reembolsos en cualquier momento, solo se cobran intereses sobre el importe retirado y no sobre la totalidad del límite del crédito, el crédito rotativo tiene una validez de 5 años siempre que la Entidad A mantenga un indicador de deuda sobre EBITDA inferior a 3.

El 10 de noviembre de 2022, la entidad A retira 1,5 millones de pesos para cubrir los mayores gastos de comercialización previstos en diciembre de 2022, este importe sigue pendiente a 31 de diciembre de 2022 “fecha de presentación del informe anual” y la entidad A espera reembolsarlo durante el primer trimestre del año siguiente 2023, el indicador de deuda/EBITDA se mantiene por debajo de 3 a 31 de diciembre de 2022.

A pesar de la intención de reembolsar el importe pendiente en tres meses, la entidad A clasifica 1,5 millones de pesos como pasivo no corriente a 31 de diciembre de 2022, esto se debe a que tiene un derecho incondicional a aplazar la liquidación durante al menos doce meses después del periodo de referencia.

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Prórrogas o refinanciación

La refinanciación es la renovación de un préstamo, en lugar de devolver la deuda al vencimiento, una entidad la renueva en un nuevo préstamo.

Cuando una entidad espera renovar una obligación en virtud de un préstamo existente, esto puede tenerse en cuenta a efectos de la distinción entre corriente y no corriente solo si la operación queda totalmente a discreción de la entidad.

Impacto de la modificación

La modificación de la NIC 1 ha cambiado el párrafo 1.73 de modo que un derecho “sustantivo” a renovar una obligación durante al menos doce meses después del período de presentación de informes en virtud de un mecanismo de préstamo existente hará que dicho pasivo sea no corriente, independientemente de la intención de la dirección.

Convenios

Muchos acuerdos de financiación incluyen cláusulas y  la existencia de cláusulas no justifica la clasificación de un pasivo como corriente,  solo cuando se incumplen los pactos en la fecha de presentación de la información, con el efecto de que el pasivo sea pagadero en los 12 meses siguientes, dicho pasivo se clasifica como corriente.

Conversión de un pasivo en patrimonio neto

El hecho de que un pasivo pueda convertirse en patrimonio neto a opción de la contraparte no es en sí mismo una razón para clasificar este pasivo como corriente siempre que la opción se reconozca en el patrimonio neto de forma separada del componente de pasivo.

Impacto de los acontecimientos posteriores al cierre del ejercicio

Cualquier acontecimiento relacionado con un pasivo que tenga lugar después de la fecha del balance no afecta a la clasificación de corriente/no corriente.

Criterios generales para los activos

Una entidad clasifica un activo como corriente cuando:

  • Espera realizar el activo, o tiene la intención de venderlo o consumirlo, en su ciclo normal de operación.
  • Conserva el activo especialmente con el objetivo de negociación.
  • Espera realizar el activo dentro de los 12 meses luego del ejercicio sobre el que se informa.
  • El activo es efectivo o un equivalente de efectivo, a menos que esté restringido durante al menos doce meses después del periodo sobre el que se informa.

Si no se cumple ninguno de los criterios anteriores, el activo se clasifica como no corriente.

Activos adquiridos con vistas a su reventa

Los activos que generalmente se clasifican como no corrientes no pueden reclasificarse como corrientes a menos que cumplan los criterios para ser clasificados como mantenidos para la venta de acuerdo con la NIIF 5, una restricción similar afecta a los activos de una clase que la entidad reconocería regularmente como no corriente y que son adquiridos únicamente con la finalidad de su reventa.

Activos/pasivos por impuestos diferidos

Los activos o pasivos por impuestos diferidos nunca deben clasificarse como corrientes, en su lugar, las entidades deben revelar en las notas qué parte del saldo de los impuestos diferidos se espera recuperar en un plazo de 12 meses o más.

Ciclo de operación

Todos los activos utilizados o vendidos, o los pasivos liquidados, dentro de un ciclo de operación se clasifican como corrientes, incluso si esto lleva más de 12 meses, los activos comunes utilizados o vendidos en un ciclo de operación son los inventarios y los créditos comerciales.

Algunos ejemplos de pasivos liquidados como parte del ciclo operativo normal son las cuentas por pagar comerciales y las prestaciones de los empleados a corto plazo, todos los tipos de préstamos no son pasivos que se liquiden como parte del ciclo normal de explotación y, por lo tanto, se clasifican como no corrientes, a no ser que cumplan uno de los criterios establecidos en la NIC 1.

Parte corriente y no corriente de un mismo activo o pasivo

Los activos financieros y los pasivos financieros a largo plazo se dividen en la parte corriente y no corriente en función del vencimiento de los flujos de efectivo.

En el caso de otros activos y pasivos, cuando una línea del balance combina importes que se recuperarán en un plazo de 12 meses y más allá, la entidad debe revelar por separado los importes que se espera recuperar o liquidar en un plazo de 12 meses o más, esta revelación está pensada para facilitar la evaluación de la liquidez y la solvencia de una entidad.

Arturo Quiroga

Contador público de la Universidad Cooperativa de Colombia. Especialista en gerencia y administración financiera; magíster en dirección y gestión tributaria. Con más de 10 años de experiencia trabajando como asesor en áreas administrativas, contables y tributarias del sector privado.

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