La práctica de valorar una empresa es muy importante, incluso si no se tiene la intención de venta o compra, realizar esta actividad incluye sacar datos históricos, elaborar proyecciones para el futuro y tener claro cómo se desempeña cada área, lo cual es siempre una acción positiva, al brindar una visión objetiva de lo que tiene hoy y nuevas perspectivas futuras.
Por otro lado, si se quiere vender una empresa, calcular su valor es la única manera de tomar la mejor decisión, porque solo a partir de una valoración, se obtiene una base para negociar con los posibles inversores, así mismo, si la intención es adquirir una empresa, la valoración es la única manera de pagar un valor justo y, por tanto, invertir en un negocio rentable.
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¿Cuáles son los principales factores que influyen en el valor de venta de una empresa?
El valor de una empresa se forma a partir de la combinación de distintas variables y puede calcularse mediante métodos de valoración presentes en el mercado, sin embargo, es importante destacar que este resultado no es absoluto, aunque se utilicen los mismos métodos de valoración, dos personas pueden llegar a resultados diferentes, porque el cálculo es complejo y depende de muchas variables subjetivas.
Además, incluso después de ser calculado, este valor tiene que pasar la prueba de mercado, no tiene sentido hacer un cálculo exacto y detallado, si al final no hay nadie dispuesto a pagar ese valor, en este sentido los principales factores a considerar dentro del proceso de valorar una empresa son:
Rentabilidad
Las utilidades son lo primordial, por lo que también un aspecto principal a la hora de valora una empresa, la proyección de utilidades es uno de los principales aspectos en los que se fijará un posible comprador antes de invertir su dinero, así como también lo es su historial, por lo tanto, este es un aspecto que influye directamente en el cálculo del valor de referencia al final.
Por esta razón, un consejo importante para aumentar el valor de la empresa es llevar la contabilidad en orden y elegir años con buenas perspectivas de beneficio para facilitar la venta de la empresa.
Crecimiento
El segundo punto más importante que considerarán los posibles inversores es el crecimiento potencial de una empresa, en última instancia, lo que buscan en una empresa son buenos ingresos futuros, así que la diferencia entre vender empresas en crecimiento, estables o en declive es casi tan relevante como la diferencia entre vender empresas pequeñas, medianas o grandes.
Por lo tanto, si se desea valorar una empresa para venderla, es importante realizar la valoración «antes» o «durante» el crecimiento de los ingresos.
Independencia de los activos
Los activos de una empresa son el conjunto de bienes o derechos con valor económico que pueden convertirse en dinero, por ejemplo, toda la estructura de una fábrica, los activos son necesarios para que el negocio funcione, sin embargo, cuando el valor de la empresa está mayormente relacionado con ellos, significa que el negocio anda mal.
Obligaciones financieras
Un pasivo no es más que un saldo adeudado que tiene una empresa, pueden ser deudas laborales, fiscales y tributarias, préstamos, etc. Todo esto debe ser identificado correctamente cuando se evalúa una empresa para su venta.
Variedad de clientes
Una empresa con una gran base de clientes indica un mayor atractivo para la inversión y es que esta variedad de su rendimiento financiero lo hace más seguro, ya que, si algo anda mal con un cliente, todavía tiene varios para cubrir esa pérdida.
De ello se desprende que una empresa para ser atractiva no debe tener ningún cliente que por sí solo suponga más del 5% de la facturación de la empresa, por lo tanto, no hay razón para asustarse si se desea romper relaciones con la empresa.
Principales métodos para valorar una empresa
Existen 3 métodos principales que se practican en el mercado para valorar una empresa, estos son:
- Por el ingreso.
- Por el mercado.
- Por su valor contable.
Método 1: Valorar una empresa por sus ingresos
Valorar una empresa por medio de los flujos de caja es la forma más habitual, el concepto consiste en descontar a valor presente los flujos de caja de la empresa sin tener en cuenta la deuda, y luego restar el valor de la deuda.
Para ello, de forma muy simplificada hay que llevar a cabo los siguientes pasos:
- Diagnóstico de valoración inicial de la empresa.
- Determinación de las hipótesis de valoración.
- Desarrollo de proyecciones/escenarios de valoración.
- Análisis de los resultados de la valoración de la empresa.
- Presentación de la valoración.
1. Diagnóstico inicial de la valoración de la empresa
En primer lugar, es necesario comprender cuál es la situación contable y financiera de la empresa, por ejemplo, ¿Se ha auditado la contabilidad? ¿Qué fiabilidad tienen las cifras? ¿Cuáles son los principales riesgos? ¿Existen riesgos o sucesos que no se hayan tenido en cuenta? ¿Cómo se encuentra tributariamente?
El objetivo de esta fase es poner en orden las cifras históricas para poder realizar correctamente las proyecciones futuras.
2. Determinación de las hipótesis de valoración
El objetivo de esta fase es determinar cuáles son los principales factores con impacto en las cifras futuras de la empresa, por ejemplo: Crecimiento, mezcla de productos, rentabilidad, etc.
3. Desarrollo de proyecciones/escenarios de valoración de empresas
Es una práctica habitual agrupar los negocios en varios escenarios según:
- Las perspectivas económicas, el nivel de competencia o la aceptación de nuevos productos “optimista, realista y pesimista”.
- Diversas opciones de inversión, por ejemplo, el impacto de un nuevo socio con nuevas aportaciones.
- Mejoras operativas.
4. Presentación de la valoración
Una vez finalizado el modelo financiero, se suelen resumir las hipótesis, los escenarios, las proyecciones y los resultados en una presentación para facilitar la comprensión de la valoración por parte de los inversores potencialmente interesados en adquirir la empresa, y de los accionistas de la misma.
Método 2: valoración por el mercado
Dentro del método de valoración de mercado existen dos enfoques para valorar una empresa:
- Múltiplos de mercado de empresas comparables: Este enfoque puede utilizarse para empresas que cotizan en bolsa o no cotizantes.
- Valor Precio de mercado: Este enfoque sólo puede utilizarse para las empresas que cotizan en bolsa y cuyas acciones se negocian en un mercado de valores.
Enfoque de múltiplos de mercado
En este enfoque el valor de la empresa se mide a partir de la comparación de los resultados económicos y financieros de empresas similares en el mercado, generalmente cotizadas en bolsa o de empresas que fueron adquiridas y se reveló el valor de adquisición de la empresa.
Este es el método más sencillo de los tres y permite una rápida comparación y una fácil interpretación, los más habituales son:
- Múltiplos de EBITDA: Beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, el múltiplo EV/EBITDA, es muy utilizado en el mercado de fusiones y adquisiciones.
- Múltiplos de INGRESOS NETOS: Muy utilizados en las empresas cotizadas, ya que en cualquier informe de una empresa cotizada o en bolsa se puede encontrar el «P/E» o «P/L», relación entre el precio y los beneficios de la acción.
- Múltiplos del flujo de caja operativo: Mide la generación de caja de una empresa originada por sus operaciones.
Es posible, por ejemplo, hacer una comparación entre el valor de mercado de empresas similares a la empresa que se está valorando, las empresas que cotizan en bolsa siempre tienen un valor de mercado conocido “valor de la acción”, ya que solo hay que multiplicar el precio de la acción por el número total de acciones, y además publican sus cuentas, por lo que se puede comprobar su utilidad y calcular indicadores financieros como el EBITDA, el flujo de caja, el beneficio neto, los ingresos, etc.
Para calcular el valor de su empresa por múltiplos, es necesario elegir al menos dos o tres empresas similares a la empresa que se está evaluando y con un potencial de crecimiento similar, luego se deberá calcular sus múltiplos y sacar una media de ellos, de este modo, se tendrá un valor de referencia para entender cuánto puede valer la empresa.
Enfoque de cotización de mercado
Este método solo puede utilizarse para las empresas que cotizan en bolsa, con acciones negociadas en el mercado de valores, calcular el valor de una empresa por su «precio de mercado» es muy sencillo, ya que basta con multiplicar el precio de la acción por el número total de acciones.
Método 3: valoración por activos o valor patrimonial
El valor de los fondos propios de la empresa es la suma de todos sus activos, como los bienes inmuebles, la maquinaria, el equipo, el efectivo, las existencias, descontado su pasivo, se trata de una cuenta muy básica, siempre que las cifras presentes en el balance de la empresa estén organizadas y, en caso necesario, puedan actualizarse.
El resultado de este método de valoración siempre tiende a ser inferior a los demás porque solo tiene en cuenta la realidad actual y no las proyecciones futuras, por tanto, no tiene en cuenta la reputación de la empresa, su valor de marca, etc. Se trata de un método que se utiliza a menudo con empresas en dificultades, que están a punto de ser liquidadas.
Dentro de esta metodología de valoración hay dos enfoques:
- Valor patrimonial de liquidación (precio de mercado): Se utiliza para valorar empresas en dificultades.
- Valor contable del patrimonio (valor contable histórico): Rara vez se utiliza.
Enfoque del valor de los activos de liquidación
El enfoque del valor de los activos de liquidación, del método de valoración basado en los activos, se calcula como se ha explicado anteriormente “activos menos pasivos”, haciendo estimaciones sobre lo que valdrían los activos y los pasivos si la empresa se liquidara.
Enfoque del valor de los fondos propios «en libros»
El enfoque del valor contable de los activos, de la metodología de valoración basada en los activos, no se utiliza a menudo para valorar una empresa, es exactamente el mismo cálculo explicado anteriormente “activos menos pasivos” que ya se refleja en la contabilidad, y que coincide con el patrimonio neto de la empresa.
Resumen y ventajas de cada método para valorar una empresa
Cuando una empresa está en dificultades, lo ideal es valorarla por sus activos, en otros casos, este método será muy conservador y no reflejará el valor potencial de la empresa, ya que no tendrá en cuenta activos intangibles como la marca, la cultura de la empresa, las relaciones con los clientes y proveedores, etc.
La principal ventaja de la valoración por el «mercado múltiple» es su sencillez, pero los inversores casi nunca valoran las empresas de esta manera, ya que es difícil encontrar empresas comparables con etapas de crecimiento similares y con datos públicos.
Por ello, cuando una empresa está en funcionamiento, el método más adecuado es la valoración por ingresos o flujos de caja descontados, metodología comúnmente utilizada en la venta de empresas a inversores y fondos estratégicos, nacionales y extranjeros, porque es la única forma de considerar todos los aspectos relevantes del negocio.