La política fiscal es el conjunto de medidas adoptadas por el gobierno para lograr un estado de estabilidad en la economía nacional, basado en cambios en sus gastos e ingresos, como el control presupuestario, es una de las principales formas de política económica, junto con la política monetaria y cambiaria, la política fiscal se centra principalmente en dos componentes del presupuesto público: los gastos y los impuestos.
Los gastos, por un lado, abarcan todos los gastos relacionados con el mantenimiento de la estructura gubernamental, por otra parte, están los impuestos recaudados y la forma en que el aumento o la disminución de las tasas puede repercutir en el mercado.
La estrategia que se empleará con cada uno de estos elementos está definida por el objetivo que el gobierno pretende alcanzar en el contexto actual, para ello, la política fiscal puede funcionar de dos maneras o dos tipos: Expansionista y contraccionista.
¿Cómo funcionan las políticas fiscales?
Es necesario tener en cuenta que el principal objetivo del gobierno en materia de política fiscal es asegurar que se alcancen las cifras propuestas como meta para el PIB y la inflación en un año determinado, de esta manera, tanto la recaudación de impuestos como el gasto estarían teóricamente bajo control, debido a que existiría un mayor flujo de dinero dentro de la propia estructura gubernamental.
Las medidas fiscales están directamente relacionadas con el comportamiento del Producto Interno Bruto y la inflación, para ello, la lógica empleada es la siguiente:
- Cuando la producción nacional indica que no se alcanzará el objetivo del PIB y la economía avanza a un ritmo lento, se puede fomentar la producción y el comercio mediante la aprobación de incentivos fiscales a sectores específicos o el aumento de las inversiones en infraestructura.
- Cuando la producción indica que se superará el PIB proyectado, generando lo que se conoce como superávit inflacionario, hay dos caminos a seguir: 1. Utilizar los ingresos adicionales de las arcas públicas para pagar parte de la deuda pública y estimular aún más la economía, o 2. Tomar medidas de desaceleración para controlar la inflación.
Por lo tanto, incluso en el mejor de los casos, el gobierno sigue teniendo la responsabilidad de mantener un equilibrio, que no puede deteriorarse en ningún momento.
Tipos de política fiscal existentes
Al igual que la política monetaria, la política fiscal también tiene dos tipos de objetivos diferentes:
- La primera, la política fiscal expansionista, cree que lo ideal para el país, en ese momento, es estimular la economía y, por lo tanto, el crecimiento del PIB, para ello, es necesario realizar inversiones que fomenten el consumo.
- El segundo, es exactamente lo opuesto, la política fiscal contractiva destaca con la adopción de un aumento de los impuestos o una reducción del gasto público para frenar los requerimientos del mercado y reducir la demanda.
¿Cuál es la diferencia entre la política fiscal, monetaria y cambiaria?
Como se mencionó inicialmente, la política económica está formada por tres subgrupos específicos: La política fiscal, la monetaria y la cambiaria.
- La política monetaria: Su objetivo está enteramente dedicado a las medidas de control de la circulación del dinero, en ella, el gobierno inyecta o recoge dinero mediante cambios en el tipo de interés básico, el cobro obligatorio y la compra o venta de bonos del gobierno.
- La política cambiaria: Realiza el mismo tipo de control que la política monetaria, pero con respecto a las operaciones de cambio y los tipos de cambio.
La interferencia en esta área termina valorando o devaluando la moneda local, frente a las divisas extranjeras, y su principal objetivo es construir una Balanza de Pagos favorable para el país, como se puede observar, además de la política fiscal, ambas políticas tratan de controlar las actividades económicas, la diferencia está en el objetivo, en lo que uno desea controlar.