Las pruebas de auditoría son toda la información que utiliza un revisor fiscal para llegar a una conclusión sobre los estados financieros de una entidad en la que pueda basar sus opiniones, las pruebas de auditoría incluyen la información contenida en las cuentas y el sistema contable de la entidad auditada, pues cabe destacar que esta información es la base para la elaboración de los estados financieros de la entidad.
Las pruebas de auditoría y los procedimientos de auditoría están estrechamente relacionados entre sí, sin embargo, existen diferencias entre ambos, muchas personas confunden las pruebas de auditoría con los procedimientos de auditoría, por lo tanto, es indispensable conocer la diferencia entre estos dos conceptos clave en el ejercicio de la profesión.
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Diferencia entre pruebas de auditoría y procedimientos
La diferencia entre las pruebas de auditoría y el procedimiento de auditoría es algo muy sencillo de evidenciar, por un lado, las pruebas de auditoría, como ya se ha dicho, es la información que recoge un revisor fiscal, esta evidencia se recolecta mediante diferentes procedimientos, por lo tanto, los procedimientos de auditoría pueden definirse como los medios que los revisores fiscales utilizan para recopilar pruebas de auditoría.
Existen muchos tipos de procedimientos de auditoría que los revisores fiscales pueden utilizar para reunir pruebas, algunos de estos son:
- Procedimientos analíticos: El revisor fiscal evalúa diferentes saldos y transacciones a través de otros datos financieros y no financieros.
- Consultas: El revisor fiscal pregunta a las partes conocedoras sobre diferentes transacciones y eventos.
- Circularización: También conocido como confirmaciones externas, se envían a terceros independientes, como bancos, clientes o proveedores, para confirmar los saldos.
- Inspecciones: El revisor fiscal inspecciona diferentes documentos relacionados con las transacciones, también puede incluir una inspección física de los activos.
- Observaciones: El profesional observa diferentes procesos y procedimientos para evaluar los controles internos de la organización.
- Recálculos: El revisor vuelve a calcular diferentes cifras, por ejemplo, la depreciación, para confirmar la exactitud de las mismas.
- Repetición de procedimientos: Se vuelven a realizar varios procedimientos que originalmente se llevaron a cabo como parte del control interno de la entidad, por ejemplo, conciliaciones bancarias, análisis de antigüedad, etc.
NIA 500 – Pruebas de auditoría
La NIA 500 – Pruebas de auditoría, es la principal norma de auditoría que dicta el proceso de obtención de pruebas, esta norma describe lo que se entiende por pruebas de auditoría y también define cuál debe ser el objetivo de un auditor “en este caso revisor fiscal” al reunir pruebas de auditoría, la norma establece:
El objetivo del auditor es diseñar y ejecutar los procedimientos de auditoría de forma que le permitan obtener suficiente evidencia de auditoría adecuada para poder extraer conclusiones razonables en las que basar su opinión.
Además, la norma también define la evidencia de auditoría suficiente y adecuada, lo cual será explicado a continuación:
Suficiente
Según la norma, la suficiencia viene dictada por la cantidad de pruebas de auditoría obtenidas, la norma dicta que el auditor debe obtener una cantidad suficiente de pruebas de auditoría para formarse una opinión sobre los estados financieros de la entidad auditada, aunque no da una cantidad exacta que pueda considerarse suficiente, afirma:
La cantidad de pruebas de auditoría necesarias se ve afectada por la evaluación del auditor de los riesgos de incorrección material y también por la calidad de dichas pruebas de auditoría.
En palabras más sencillas, es el revisor fiscal quien debe decidir cuántas pruebas de auditoría son suficientes para basar su opinión, en general, se recomienda que el revisor fiscal tenga en cuenta todos los factores siguientes a la hora de decidir si las pruebas de auditoría son suficientes:
- El riesgo de incorrección material.
- La importancia relativa de la partida que se comprueba.
- La naturaleza y el control interno de la entidad.
- Los resultados obtenidos de la prueba de controles.
- El tamaño de la muestra que se comprueba.
Aunque la lista anterior no es exhaustiva, en general son los factores que más pueden determinar la cantidad de pruebas de auditoría.
Adecuado
La norma establece lo siguiente en relación con la idoneidad de las pruebas de auditoría:
La medida de la calidad de la evidencia de auditoría, es decir, su relevancia y su fiabilidad a la hora de proporcionar apoyo a las conclusiones en las que se basa la opinión del revisor fiscal.
De esta afirmación, se puede deducir que la idoneidad de las pruebas de auditoría se basa en dos cosas, la relevancia y la fiabilidad de las pruebas, la norma explica con más detalle ambos términos, es posible resumir sus significados en relevancia y fiabilidad:
1. Pertinencia
La pertinencia significa que la evidencia de auditoría obtenida está relacionada con las afirmaciones del elemento que se está comprobando, las afirmaciones son declaraciones de la dirección de la entidad que se audita, basadas en las cuales se preparan los estados financieros de la entidad.
Las afirmaciones que se comprueban dependen de si la partida para la que se obtienen pruebas de auditoría está relacionada con una clase de transacciones o saldos de cuentas y su correspondiente información, las cuales son las siguientes:
- Exactitud.
- Clasificación.
- Integridad.
- Corte.
- Ocurrencia.
- Presentación.
Del mismo modo, las afirmaciones que se comprueban para los saldos de las cuentas y las divulgaciones relacionadas son:
- Exactitud, valoración y asignación.
- Clasificación.
- Integridad.
- Existencia.
- Presentación.
- Derechos y obligaciones.
2. Fiabilidad
La fiabilidad significa que las pruebas de auditoría obtenidas proceden de una fuente fiable, según la norma, cualquier prueba de auditoría que obtenga el auditor debe proceder de una fuente fiable y fidedigna.
Además, la norma también establece qué tipos de pruebas son más fiables, por ejemplo, la norma establece que las pruebas de auditoría obtenidas de una fuente externa son más fiables que las generadas por el cliente.
Fuente de pruebas de auditoría
Existen dos fuentes de las que los revisores fiscales pueden obtener pruebas de auditoría, como se indica a continuación:
Prueba de control
Las pruebas de control, como su nombre indica, son pruebas diseñadas por un revisor fiscal para obtener evidencias sobre el control interno de la entidad, aunque las pruebas de control no están diseñadas para comprobar los importes monetarios, constituyen una importante fuente de pruebas para establecer los controles de una entidad.
Al comprobar los controles de la entidad, el revisor fiscal también puede establecer los riesgos relacionados con la auditoría de la entidad, estos riesgos también dictan la cantidad de pruebas de auditoría que deben obtenerse para que el revisor se forme una opinión, en términos generales, cuanto mejores sean los controles internos de una entidad, menores serán los riesgos de que se produzcan incorrecciones materiales en sus estados financieros.
Procedimientos sustantivos
Los procedimientos sustantivos consisten en pruebas de detalle y procedimientos analíticos, la prueba de detalles se utiliza para verificar transacciones y saldos individuales.
Los procedimientos analíticos sustantivos, por su parte, consisten en procedimientos que se llevan a cabo para comprobar la relación entre la información y para identificar cualquier fluctuación inusual en la misma.
Si no es posible comprobar los controles internos de una entidad o confiar en ellos, los revisores fiscales solo pueden recurrir a los procedimientos sustantivos para obtener pruebas de auditoría.
Confiar en el trabajo de otros
A veces, los revisores fiscales o auditores pueden tener que basarse en el trabajo de otras partes, como los expertos, en algunos casos, estos expertos son contratados por la dirección de la entidad auditada, cuando el auditor tiene que basarse en el trabajo de los expertos de la dirección, según la NIA 500, debe:
- Evaluar la competencia, las capacidades y la objetividad de ese experto.
- Obtener una comprensión del trabajo de ese experto.
- Evaluar la idoneidad del trabajo de ese experto como evidencia de auditoría para la afirmación correspondiente.
La NIA 500 también detalla los pasos que debe seguir el auditor para determinar los puntos anteriores.
Incongruencia o dudas sobre la fiabilidad de la evidencia de auditoría
Según la NIA 500, si:
- La evidencia de auditoría obtenida de una fuente es incoherente con la obtenida de otra, o
- El revisor fiscal tiene dudas sobre la fiabilidad de la información que se utilizará como evidencia de auditoría.
Entonces, el revisor fiscal determinará qué modificaciones o adiciones a los procedimientos de auditoría son necesarias para resolver la cuestión, y considerará el efecto de la cuestión, si lo hay, en otros aspectos de la auditoría.
Esto significa que, si el revisor fiscal cree que la evidencia de auditoría es incoherente o poco fiable, debe considerar si es necesario modificar sus procedimientos de auditoría o si debe realizar algún procedimiento de auditoría adicional en relación con la incoherencia.
Además, el revisor fiscal también debe considerar si la incoherencia tiene algún efecto sobre otros aspectos de la auditoría.